Crónica de un concierto anunciado (I).

Usualmente los posts suelen ser algo muy personal, frutos íntimos de su creador.

Sin embargo, esta vez WonderMeli y yo, Germán, nos embarcamos en una nueva aventura bloggeril, “intentaremos” escribir un post en conjunto sobre el reciente concierto de Niche, el pasado 31 de Octubre en el María Angola.

Veamos cómo nos va...

Aclaración: MeLi: párrafos cólor negro; Germán: color azul.

CRÓNICA DE UN CONCIERTO ANUNCIADO (I)

No estábamos en Cali, ni en Nueva York, mucho menos en la calle 8 de Miami. Estábamos en el María Angola, era el 31 de octubre, diez de la noche. El sueño que todo Lima estaba teniendo se cumplía. Una mirada bastó, y así sucedió, ausentes las palabras, la gente vibró: Niche tocaba hoy.

Después de 3 años de larga espera, el sabor por fín había llegado.

"UNA FAN ENAMORADA..."

Ah no, esa no es de Niche. Bueno, entonces lo cambio:

"MARÍA ANGOLA PACHANGUERA..."

En la puerta, habían dos colas: la de los VIP y SUPER-VIP (¡tranquilos pe!) y la de General. Nosotros nos fuimos al VIP, y si no nos creen, acá tienen las pruebas del delito:

Ya adentro, buscamos nuestros asientos en la ya tan mentada zona VIP. Al mirar alrededor nuestro nos percatamos que éramos muy pocos los “jóvenes” en este sector. Con esto no quiero decir que todos los asistentes fueran viejos, sino que la mayoría de jóvenes se encontraba en General, supongo q ventaja nuestra de ya estar trabajando, o sea acumulando nuestros chibilines (aquí entre nos, no sé si a lo mío se pueda llamar trabajar, pero siquiera algo cae al bolsillo).

Luego de esperar a que terminaran de conectar todo en el escenario ingresaron ??? y ??? de Radio Panamericana, yo ni idea de quiénes eran, pero MeLi reconoció por la voz a Juan Martín Paz. “Siempre lo escucho en la combi”, me dijo. El tipo se notaba que tenía experiencia en esto, pero la tipa me cayó pesada, con una voz insoportable, parecía sacada de una pollada.

Una de las cosas que nos sorprendió fue que los agentes de seguridad, a pesar de que al reverso de la entrada indicaba lo contrario, no prohibieron el uso de cámaras fotográficas ni de vídeo. Es más, ¡ni siquiera revisaron las carteras ni ningún objeto personal! Y eso que Germán, para evitar contratiempos y fiel al lema de "tenemos que postear las fotos para que crean que estuvimos aquí", escabulló la camarita en el lugar menos imaginado. Señoritas, tápense los ojos. Caballeros, ríanse de él: en el fundillo del pantalón. ¡Horror! Y lo que es peor: tuve que presenciar tamaña hazaña en plena avenida Alcanfores. Y yo que me privé de traer un celu con cámara... ¡Hubiera sido mejor que esto!

Y YA LLEGÓ, EL BAILE QUE USTEDES ESPERABAN…

Dicen las mamás que para comer el postre primero hay que tomar toooda la sopa y el plato de fondo, incluida la ensalada de verduras. En este caso, nos tocó escuchar primero a dos teloneros para poder disfrutar del show por el cual habíamos pagado entradas VIP (¡tranquilos pe!). La espera se hizo larguísima. No cabe duda: mamás lo saben, ¡teloneros no alivian!

Y abrió el telón Guajaja. Para qué, el negro siempre se sabe ganar al público, a excepción de MeLi, quien dijo que “para nada le ponía el tipo”. Nos hizo mover y divertirnos, sobre todo con aquellas frases que aludían a su identidad sexual y un miniteatro con sus bailarines, que decía algo así como: “marinero, marinerón, soy un negro maricón”. Esta no es la 1º vez que lo escuchaba, ya antes en la Kermesse de mi cole, había tenido el placer de verlo en vivo (a pesar de que ella disienta conmigo).

Guajaja bajó del escenario y llegó hasta VIP, donde le tomamos una foto (en la que enfoqué mal y capturamos la calva de uno de los asistentes). Cuando quisimos tomar la próxima toma, ya estaba regresando al escenario. ¿Qué quieren que les diga? Sin comentarios.

Luego de la despedida de Guajaja (para alegría de MeLi, jajaja), volvieron a aparecer ??? y Juan Martín, para nombrar a toda una lista de auspiciadores (malditos publicherrys) y presentar a la Orquesta de Salsa del Callao La Élite (que nos hizo recordar a Paulito F. G. y su Élite, lo que nos hizo sonreír mutuamente, en complicidad). Lo más gracioso es que tano se demoraron en preparar todos sus instrumentos para las tres canciones que tocaron.

Finalmente, se despidieron y ya faltaba poquísimo para que apareciera en el escenario la orquesta Niche (¡por fin!). A esta etapa del concierto, hasta yo me emocioné!!!. Pero, oh desilusión, no fueron ellos los que pisaron las tablas, sino otra vez la pesada de la pollada, ¡Y para anunciar más auspiciadores! A este punto la gente no pudo más y comenzó a pifiarla (viva la justicia popular). Frente a tanto alboroto, no tuvo más remedio que dar el grito de Sa, Sa, Sa, ¡Salsa!, mientras el público como autómata aplaudía.

Hasta que por fin apareció Niche, todo el mundo se levantó de su silla y empezó a gritar. Ellos saludaron y comenzaron a hacer lo que mejor saben hacer: cantar y encantar. El público estaba emocionadísimo (y no decir menos de MeLi), todos bailando, la mayoría con cámara y hasta filmadora en mano.

¿Quieren saber cómo estuvo el concierto? ¿Qué canciones tocaron, cuantas chicas gritaron, a qué hora se fueron? ¿Cuántas chelas nos tomamos, que hicimos después? Entonces no se pierdan la siguiente entrega, a la misma hora, en el mismo blog.